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BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
VIERNES 10 DE ENERO DE 2025

B.O.C.M. Núm. 8

I. COMUNIDAD DE MADRID

B) Autoridades y Personal
Consejería de Economía, Hacienda y Empleo
RESOLUCIÓN de 30 de diciembre de 2024, de la Directora General de Función
Pública, por la que se aprueba y da publicidad al Plan de Formación para Empleados Públicos de la Comunidad de Madrid para 2025 y se abre el plazo de
presentación de solicitudes de participación.

El plan anual de formación para los empleados públicos constituye, a la vez, la principal expresión de la política formativa impulsada por la Administración autonómica y su instrumento básico de ejecución, de modo que su aprobación es una ocasión singular para reflexionar sobre los ejes principales de dicha política, sus posibilidades de optimización y su
más adecuada vinculación con las demás líneas maestras de la política de gestión de recursos humanos, dentro de la cual la estrategia formativa opera no como un fin en sí misma,
sino como una herramienta para su difusión y ejecución.
Desde esta perspectiva, la política de formación diseñada y gestionada por la Consejería competente en materia de función pública de manera consolidada en al menos el último decenio se caracteriza por una combinación constante entre unos principios sólidamente asentados y una actualización e innovación también permanente, a fin de alinear la
misma con los objetivos en cada momento prioritarios y de acompasarla con el dinamismo
en los sistemas de aprendizaje propio de una sociedad del conocimiento como es la de la
Comunidad de Madrid.
En coherencia con lo expuesto, este plan se inserta decididamente dentro de los criterios y principios inspiradores de la estrategia de formación a la que se ha hecho referencia,
y que se caracteriza por cinco elementos esenciales.
El primero de ellos implica una conceptualización de la política formativa como necesariamente alineada con los valores, objetivos y políticas inherentes a la propia organización y, por tanto, presta en todo momento a contribuir a los mismos, proporcionando al personal a su servicio los conocimientos precisos al efecto y las capacitaciones en cada
momento necesarias para su implementación.
El segundo, y en lo que se refiere a sus contenidos, se ajusta a un visión holística de la
formación, de modo que comprende una oferta amplia y pluridisciplinar, en el que la formación para el mejor desempeño del puesto de trabajo ocupa el centro pero sin desdeñar
otros muchos ejes de actuación, como, a título de ejemplo, las acciones orientadas a optimizar la eficacia personal y profesional y a dotar a los empleados de un bagaje de conocimientos, habilidades y actitudes que les permita orientarse siempre hacia la innovación
social y la optimización de los servicios prestados a los ciudadanos, erigidos como la razón
de ser de toda la actividad administrativa.
Directamente vinculado con lo anterior se encuentra la consideración de la formación
no como un momento puntual dentro de la actividad de los empleados públicos, sino como
un proceso continuo e inacabable de aprendizaje, tanto formal como informal, en el que el
aprendizaje colaborativo y la gestión del conocimiento interno se configuran como piezas
angulares, en especial en momentos como los actuales en los que están muy presentes los
retos vinculados al relevo generacional y la consiguiente necesidad de conservar y transmitir el acervo de saberes y experiencias que se aloja dentro de la propia Administración.
El cuarto pilar tiene un carácter metodológico y se basa en el objetivo de lograr el equilibrio entre las diferentes modalidades de impartición (presencial; presencial por videoconferencia; semipresencial; virtual; autoformación), si bien con una apuesta creciente por la
digitalización y por el empleo de herramientas tecnológicas en el proceso formativo, dadas
sus amplias potencialidades en orden a proporcionar mayores posibilidades de flexibilidad
e individualización de la actividad de formación.
Como último elemento general en el que se asienta la política formativa, el plan abarca, en cuanto a sus destinatarios, no sólo a todo el personal al servicio de la Administración
de la Comunidad de Madrid, sus Organismos Autónomos y Entes Públicos, sino que también se abre a la participación de otros empleados del ámbito de la propia Comunidad Autónoma, tales como el personal de las Universidades Públicas y de las Entidades Locales, a

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